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¿La victoria militar no es el resultado deseado?

Por: David Felipe Osorio Méndez.

Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, y Magíster en Estrategia y Geopolítica de la Escuela Superior de Guerra.

(Fuente: Telesur)


Quisiera iniciar este artículo con la cita de Bartholomees en su artículo Teoría de la Victoria, (2009), que expresa mi concepción sobre el tema: “el concepto de la victoria representa el desafío teórico más grande que encaran, hoy en día, los expertos en materia de seguridad”, pues, como el autor menciona, muchas de las teorías existentes prestan poca atención al significado de la victoria militar y al para qué se gana, concentrando la atención en los asuntos de cómo lograrla.


Habiendo expuesto lo anterior, y antes de responder la pregunta planteada, es importante entender que según J. Barholomees en 2008 la dicotomía victoria-derrota tiene además de un componente objetivo (No. de batallas ganadas, hombres perdidos, territorio conquistado, etc.), un amplio componente subjetivo; relacionado con la percepción. Esto gracias a que la percepción de los resultados de las guerras/conflictos son independientes y no absolutos para cada bando. Esto es que, la victoria/derrota se mide desde la óptica de cada evaluador.


Un ejemplo de ello es que, en la primera guerra mundial, el bando de la triple entente, al haber ganado la guerra, obliga a los derrotados (la triple alianza), a firmar el tratado de Versalles, tratado percibido como injusto e innecesario por los derrotados, pues, muchos de ellos aun percibían que la guerra podía ganarse, y, según ellos, fue una decisión política la que declinó la voluntad de lucha de los soldados de Prusia, Austria Hungría y el imperio otomano. Fue tan generalizada tal percepción que constituyó el germen del nacimiento y proliferación de una ideología que, amparada en tal imaginario, llevó a Europa a una nueva guerra 21 años después.


Así pues, podría pensarse que, la victoria militar y política de la triple entente, en retrospectiva constituyó un perjuicio para la sociedad europea de la primera mitad del siglo XX, pues ocasionó pobreza, descontento sociopolítico que se tradujo en una nueva guerra pocos años después.


Relacionado con el punto anterior, es importante tener en cuenta la política, factor sine qua non, la victoria militar no tendría sentido, pues la guerra es un acto político. Esto partiendo de que, en el marco de una guerra, existen según Bartholomees (2009), 3 tipos de victorias/derrotas: La táctica, la operativa y la estratégica. Según el autor, es un error catalogar la importancia de estos tres tipos por igual. Ya que al ser la guerra un acto político. Una victoria táctica u operativa en una o varias batallas, sin que esta tenga un resultado político favorable, será una victoria estéril (Bartholomees ,2009, pp.69), por ello, el tipo de victoria más importante será la estratégica, mientras que la táctica y operacional (victorias netamente militares) serían accesorias.

Los casos típicos a citar, son las múltiples batallas ganadas por el ejército estadounidense en Vietnam, pero que no pudieron materializarse a nivel estratégico. Situación que constituyó sucesivas derrotas políticas para la potencia norteamericana a nivel interno y externo. Otro ejemplo, son las brillantes victorias tácticas/operacionales del general (posteriormente mariscal de campo) del ejército alemán, Erwin Rommel, en el norte de África, victorias que, al no traducirse a nivel geoestratégico en beneficio del ejército alemán, no lograron ejercer presión sobre sus adversarios y así doblegar su voluntad política.


En conclusión, LA VICTORIA MILITAR NO ES SIEMPRE EL RESULTADO DESEADO. En primer lugar, si esta no es percibida (subjetivamente), por los bandos como efectiva, dados los resultados objetivos (No. de batallas ganadas, hombres perdidos, territorio conquistado, etc.), puede producir guerras a futuro como en el ejemplo citado. Y, en segundo lugar, si la victoria militar (táctica-operativa) no va acompañada de un resultado estratégico-político favorable que la sustente; pues, la victoria militar es tan solo un medio para alcanzar un fin de carácter político, tal victoria en el campo de batalla será pírrica y estéril.


Bibliografía



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