Por: David Felipe Osorio Méndez.
Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, y Magíster en Estrategia y Geopolítica de la Escuela Superior de Guerra.
(Fuente: Muy Interesante)
Existe una realidad incomoda que desde hace muy poco ha logrado salir a la luz de forma lenta y tímida debido a los intereses a su alrededor, y esta verdad no es otra que la deforestación tanto ambiental como social que vive hoy en día la amazonia en general y la brasilera como caso particular.
En la actualidad se ha agravado la explotación, irresponsable e ilegal de los recursos naturales de la Amazonía brasilera tales como, la flora, la fauna, el recurso hídrico, las minas, así como la destrucción de las culturas ancestrales, esto mediante la eliminación sistemática (genocidio) de las comunidades indígenas que habitan la amazonia por parte de los terratenientes, industriales, ganaderos, narcotraficantes y grandes grupos económicos que tienen claros intereses sobre el territorio.
En primer lugar, evidencia la gravedad de la situación por la que atraviesa la amazonia brasilera, arrojando como dato concluyente, el hecho de que el 60% del territorio brasilero es amazonia, y que desde los años 60`s cuando empezó la ola desarrollista que tuvo como piedra angular la amazonia, se ha deforestado, devastado y destruido el 17% de las selvas amazónicas del Brasil.
El daño medioambiental no es lo único afectado dentro de la intervención del ecosistema amazónico; la cultura, representada en los pueblos indígenas ancestrales se ha visto afectada de gravedad puesto que los pueblos indígenas han sido desplazados de sus territorios, han sido asesinados los líderes ambientales (como Xico Méndez) y exterminadas comunidades enteras por protestar, o negarse a abandonar sus territorios, adicional a ello, muchos pobladores han sido instrumentalizados por los grandes grupos económicos (terratenientes, multinacionales mineras, madereras, ganaderos), para que trabajen para ellos en condiciones miserables de esclavitud; esto ocurre debido a la ausencia y complicidad del estado brasileño, que no ha podido ni sabido ejercer un control eficaz y efectivo sobre los territorios amazónicos. Complicidad de gobiernos tanto de “derecha”, como de “izquierda”.
El Estado brasileño fue en su momento el gran causante de la devastación ambiental y social de la amazonia, ya que el Estado en la época de la dictadura militar tenía como piedra angular del desarrollo y progreso económico la integración del territorio amazónico al resto del país, así fue como a través de una carretera de más de 1300 km se conectó la amazonia para su explotación, gracias a esto se dio paso a la entrada no precisamente de turistas sino de colonos que a través de la explotación maderera, expansión de la frontera agrícola y ganadera, generaron un gran impacto negativo sobre la biodiversidad y la población indígena, al deforestar indiscriminadamente la selva, desplazando y esclavizando a los pobladores de la zona. Estos colonos entraron a la Amazonía bajo la premisas de “entregar para no entregar” y “una tierra sin hombres para hombres sin tierra”, de esta manera fomentar el desarrollo y el progreso económico para el Brasil; sin embargo, estas prácticas humanas no trajeron el beneficio económico para las comunidades de la región, al contrario, estas tuvieron un efecto negativo, generando situaciones de pobreza y marginalidad, puesto que los pobladores perdieron su sustento económico y alimentario debido a la explotación irresponsable de los recursos, por lo que tuvieron que migrar a las grandes ciudades amazónicas, generando pobreza y cinturones de miseria en esas grandes metrópolis amazónicas en el estado de Mato Grosso, Pará -principalmente- e incluso Manaos en el estado Amazonas.
A pesar de las masivas practicas destructoras y depredadoras para conseguir réditos económicos en la amazonia, el mensaje de preservación, conservación y desarrollo sostenible también están presentes, por ejemplo se evidencia que en el Estado de Amazonas –estado menos intervenido por las actividades económicas humanas, y el más cuidado-, se realiza un control estricto sobre el ecosistema, pero lo más interesante[1], es que se practica una explotación maderera sostenible, con tala de árboles controlada, selectiva, e inventariada; esto le permite tanto al estado como a la multinacional suiza encargada de la explotación, tener un control sobre la explotación que a la vez sirve para la toma de decisiones en cuanto a la actividad maderera se refiere, al mismo tiempo, esta actividad sigue brindando beneficios económicos –rentables- a la multinacional, aportando un grano de arena a la conservación de la amazonia brasilera, que en este momento se ve tan golpeada por la actividad económica humana irresponsable; por lo que es menester de todos los brasileños y de todos los países que tienen parte en la amazonia, concientizarse sobre la importancia de dicho ecosistema a nivel global, para que de esta manera se aporten tanto recursos económicos como humanos para su cuidado y preservación.
Es fundamental incorporar a la presente reflexión que no toda explotación es devastación, es importante tener en cuenta que es necesaria la intervención humana en la amazonia para descubrir secretos de la naturaleza para desarrollar la ciencia médica y biológica a través de la bioprospección. La explotación de recursos naturales de forma responsable trae beneficios económicos, sociales y ambientales, que seguirán siendo brindados por la selva amazónica por mucho más tiempo si se preserva, cuida, y conserva el ecosistema amazónico, y si se abandonan las practicas sistemáticas que devastan las selvas amazónicas; expansión frontera agrícola ganadera y tala/quema de árboles; actividades relacionadas con dinámicas del crimen transnacional organizado como el narcotráfico; la devastación biodiversidad (caza y captura de fauna); la contaminación del recurso hídrico (actividades industriales, construcción de hidroeléctricas y minería ilegal ); y exterminio de las comunidades originarias de la selva.
Este es un llamado a la conciencia que la sociedad debe atender, porque de lo contrario según estimaciones para el año 2080 no se tendrá rastro alguno del pulmón del mundo.
NOTAS
[1]Esto puede ser un ejemplo de buenas prácticas para los grupos explotadores del amazonas y el mismo estado brasileño.