top of page

Relaciones económicas de China en América Latina y El Caribe: ¿Crecimiento o estancamiento?

Por: María Camila Sandoval León.

Internacionalista de la Pontificia Universidad Javeriana & Especialista en Cooperación Internacional y gestión de Proyectos para el desarrollo, de la Universidad Externado de Colombia.

(Fuente: El Orden Mundial)


La creciente presencia de China en América Latina ha generado numerosos debates acerca de las oportunidades que ofrece y las dificultades que puede implicar. En este artículo se hará un breve análisis sobre las relaciones económicas entre China y América Latina. De esta forma, se abordará el papel de la inversión china en la región, las repercusiones de las relaciones comerciales con China y el acercamiento que este país ha generado en la región a través de la cooperación internacional.


Con el pasar de los años China ha aumentado su presencia en la región a través de distintas modalidades y sectores. Una modalidad representativa es la inversión en la región, que además de plasmar las relaciones más cercanas de China con distintos países, también demuestra la importancia de determinados sectores/recursos latinoamericanos para el proceso de desarrollo y expansión económica del gigante asiático. Precisamente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señala que entre los años 2000 y 2010 la inversión china se centró en hidrocarburos, minería metálica, agricultura y pesca (2021). Desde el año 2010, China inició una diversificación paulatina de las inversiones en la región, enfocándose en electricidad, infraestructura de transporte, manufactura, el sector financiero y tecnologías de la información (CEPAL, 2021). Igualmente, bajo la modalidad de fusiones y adquisiciones de empresas, las inversiones chinas presentadas entre 2005 y 2020, el 81% de las fusiones y adquisiciones fue correspondiente a tres sectores: empresas de electricidad, gas y agua (37%); petróleo y gas (28%); y minería (16%) (CEPAL, 2021).


En cuanto al comercio exterior de la región, China ha dinamizado las exportaciones, pero sus beneficios generan dudas al corroborar que incentiva la reprimarización de las economías latinoamericanas. La reprimarización consiste en el apoyo a las inversiones e incentivos para el sector primario (commodities), disminuyendo la posibilidad de desarrollo económico de la región. Este fenómeno es desfavorable para las economías emergentes porque no es un gran generador de empleo, el impacto ambiental es alto y disminuye la capacidad de aumentar ingresos debido a que no son productos con valor agregado. América Latina ha implementado pocos esfuerzos para evitar esta tensión porque la región es más competitiva en la producción de commodities y la demanda, especialmente de China, es muy alta.


Según el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), en 2021 las exportaciones latinoamericanas dirigidas a China alcanzaron aproximadamente los US$ 222.582 millones, de manera que se presentó un incremento del 31,4% respecto al 2020. Este incremento es explicado por el aumento de importaciones chinas de productos agrícolas y minerales provenientes de Latinoamérica, adicionalmente, es necesario considerar el incremento de los precios de las materias primas. En contraste, en 2021 las exportaciones chinas dirigidas hacia América Latina y el Caribe alcanzaron los US$229.009 millones, con un aumento del 52% con respecto al año anterior (SELA, 2022).


Por último, la estrategia de inserción de China en Latinoamérica incluye un componente narrativo en el que China se presenta ante la región como otro miembro del “Sur global”, en otras palabras, se muestra como un Estado en proceso de desarrollo similar al de los Estados latinoamericanos. Lo anterior facilita la negociación entre países e incentiva la modalidad de cooperación internacional Sur-Sur. Adicionalmente, es importante considerar el uso de la cooperación Sur-Sur como una estrategia política que incluye grandes inversiones económicas y que facilita el perfilamiento de China hacia una alternativa de contrapeso hacia la OCDE (Revista Zero, 2020).


En conclusión, la inserción económica de China en la región puede ser percibida como un incentivo al estancamiento económico, en el que aumenta la reprimarización de Latinoamérica mientras que China es quien obtiene mayores beneficios. No obstante, lo que define si el acercamiento de China es un generador de crecimiento o estancamiento, es la gestión asertiva de relaciones más simétricas, que generen dinámicas gana-gana y donde se aprovechen condiciones como la que China propone al ser defensora de la cooperación en el llamado Sur global.


Referencias:


49 visualizaciones0 comentarios
Publicar: Blog2_Post
bottom of page