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Retos del Crimen Organizado Transnacional: la capacidad de cambio.

Por: María Camila Sandoval León.

Internacionalista de la Pontificia Universidad Javeriana & Especialista en Cooperación Internacional y gestión de Proyectos para el desarrollo, de la Universidad Externado de Colombia.


(Fuente: Portal web Rebelión)


El crimen organizado se ha convertido en una de las mayores amenazas a la seguridad en América Latina y El Caribe. El presente artículo pretende señalar el modo en que las dinámicas entre los grupos criminales se reconfiguran constantemente en respuesta a los esquemas estatales contra estos grupos y en función de la obtención de mayores ganancias.


En el texto “La diáspora criminal: la difusión transnacional del crimen organizado y cómo contener su expansión”, Juan Carlos Garzón explica que un factor determinante en la dispersión del crimen organizado es el tipo de medidas tomadas por algunos Estados, las cuales, en lugar de contener las amenazas a la seguridad interna, incrementan la expansión de la delincuencia transnacional. En efecto, lo que muchos Estados denominan como “victorias” sobre las facciones criminales, permiten la difusión de estas facciones a otros países en la región (Garzón, 2013). El autor menciona las consecuencias del efecto globo[1] y efecto cucaracha[2] para la difusión del crimen organizado transnacional y la ventaja que obtiene este fenómeno para desplazarse a Estados con poca capacidad de respuesta a nuevas amenazas a la seguridad en su territorio.


Precisamente, Estanislao Escalante-Barreto expone que uno de los mayores retos que implica el crimen organizado transnacional es su capacidad de transformación constante. Este fenómeno ha dejado de funcionar como una estructura y se ha transformado en una red compleja que se adapta a las acciones y control estatales para eludir a las autoridades y reorganizarse (Periódico Unal, 2021)


Por otra parte, el lucro generado por actividades ilícitas facilita el establecimiento de alianzas y relaciones de cooperación entre grupos criminales. Un ejemplo de estas alianzas en Latinoamérica, es la participación de facciones criminales mexicanas y su apoyo económico a grupos criminales de Colombia, dando respaldo a determinados grupos para mantener un mejor control del narcotráfico y otras actividades de la economía ilegal.


Con respecto a lo anterior, entre 2018 y 2019 la Defensoría del Pueblo alertó la influencia de los grupos armados mexicanos en Colombia a través de la inyección de dinero y armas en Colombia, con el fin de garantizar el flujo de droga hacia México y obtener mayores ganancias de la cadena productiva de la producción de cocaína (Fundación Paz y Reconciliación, 2020). Precisamente, en las zonas dónde hay mayor densidad de cultivos de hoja de coca o corredores estratégicos para el narcotráfico es dónde se registra la presencia de grupos del narcotráfico mexicanos en Colombia. Lejos de ser una coincidencia, la Costa Pacífica nariñense, el Catatumbo, Bajo Cauca antioqueño, Norte del Cauca y Magdalena son territorios afectados por el crimen organizado transnacional, generando el incremento de la violencia en estos territorios (Fundación Paz y Reconciliación, 2020).


Según indica el Índice Global de Crimen Organizado 2021, Colombia es el país más afectado por la criminalidad en América Latina y el Caribe, y es el segundo a nivel mundial. Igualmente, México ocupa el cuarto lugar en el índice. El análisis del índice señala factores que los países con puntuaciones más altas en criminalidad comparten, como la debilidad institucional, violencia creciente y costas extensas con infraestructura comercial avanzada (exceptuando a República Democrática del Congo en el último factor).


En conclusión, las características cambiantes del crimen organizado transnacional y su capacidad de operación en distintos territorios, dificultan las reacciones efectivas de las autoridades estatales. Es claro que las condiciones de los países más vulnerables al crimen organizado dificultan la posibilidad de neutralizar este fenómeno, sin embargo, también es evidente la necesidad de aumentar la cooperación entre Estados para compartir su experiencia y realizar acciones articuladas que respondan adecuadamente al crimen organizado transnacional y sus afectaciones.


Referencias:



NOTAS.

[1] El efecto globo hace referencia al traslado de cultivos de un lugar a otro cuando se presenta presión para su eliminación por parte de las autoridades o por dinámicas de mercado.. [2] El efecto cucaracha explica el desplazamiento de un sitio a otro de las organizaciones criminales cuando la “luz es encendida” con el fin de encontrar lugares más seguros.

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